Revista Tribunal Laboral Rosario
- Publicado en Novedad
“LOS ROMANOS HACEN UN DESIERTO, Y LO LLAMAN PAZ”
Los profesionales del Derecho que nos agrupamos en la AALR, junto a varios grupos sociales de distinta integración (trabajadores -activos/pasivos-, sus organizaciones, profesionales y empleadores), que hacemos en parte el ―Mundo del Trabajo en la zona de la ciudad de Rosario, Sur de la Provincia de Santa Fe y con vocación de intensidad radial hacia la Región Centro (Entre Ríos, Santa Fe y Córdoba) de la República Argentina; venimos expresando hace tiempo algunas inquietudes relativas a temas que nos aquejan como sector y sociedad.
En la Nación, donde el actual Gobierno Nacional postula que el ―salario le gana a la inflación. En la Provincia, donde el Gobernador intentó imponer un descuento generalizado de salarios a los agentes públicos que ejercieron derecho de reclamo de forma legítima y razonada. En la ciudad, donde el Puerto Público (TPR) sigue dominado por los estafadores de la firma Vicentín, y se utiliza a cientos de trabajadores y sus familias para extorsionar a aquellos poderes en la extensión de la concesión del mismo por 50 años más.
En el país, donde el último ex-presidente electo anuncia su preferencia por un régimen ―optimo (Qatar) atento la inexistencia de sindicatos en el mismo. Donde desde el mismo espacio político partidario se promueven distintas iniciativas legislativas regresivas, tanto para eliminar la protección frente al despido arbitrario como fin de ―reprimir las reuniones por motivos gremiales y sociales, no resulta fácil ni tranquilo expresar o ser vehículo propicio de expresión de voces disonantes o discordantes con las dominantes.
Y eso, ni más ni menos, es lo que históricamente pretende expresar el colectivo que integra la AALR: una voz que expresa y hace conocer las inequidades, las dolencias, los faltantes, las necesidades de los sectores más padecientes, que tienen obligada e insufriblemente que acudir a la vía judicial peticionando ―atención y justicia para sus reclamos, esto en la medida en que no se les pone trabas injustas como en el caso de accidentes y enfermedades del trabajo.