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updated 8:22 PM UTC, Sep 11, 2023

12 de Junio Día de la Erradicacion Trabajo Infantil

En atención a que en el año 2002 la Organización Internacional del Trabajo (OIT) declaró el 12 de junio como Día Mundial contra el Trabajo Infantil para visibilizar la grave situación de los niños, niñas y adolescentes expuestos al trabajo y la explotación es que acompañamos algunas reflexiones que pueden servir para la sensibilización y concientización respecto de la necesidad de su erradicación.
Los niños, niñas y adolescentes tienen derechos humanos esenciales que los Estados en los que habitan deben garantizar su pleno ejercicio.
El derecho a que se proteja su vida y se respete su intimidad, a la salud, a hacer deporte, a jugar y disfrutar de un ambiente sano, a no sufrir humillaciones ni abusos de ningún tipo, a que se respete su honor y se proteja su imagen, a tener su documento, su nombre, su nacionalidad y su propio idioma, a conocer a sus padres biológicos y mantener un vínculo con ellos aunque estén separados o alguno se encuentre en prisión, salvo que ese vínculo pueda provocarle daño, a tener una familia alternativa o adoptiva que los críe cuando no puedan tener contacto directo con sus padres, a recibir educación pública y gratuita en todos los niveles, respetando su derecho a ingresar y permanecer en una escuela cerca del lugar donde viven, entre otros. El tránsito por la educación es sin duda el ejercicio pleno de un derecho humano y un factor de protección ya que es un derecho llave de derechos, un derecho que permite el acceso a todo el resto de los derechos.
El trabajo infantil es una clara violación a los derechos humanos básicos y a nuestra Constitución Nacional y el orden normativo vigente por lo que su erradicación debe ser una meta impostergable y debe realizarse a través de un enfoque de derechos y con el compromiso de todas las fuerzas políticas y representaciones de la comunidad.
En nuestro país la Declaración surgida de la IV Conferencia Mundial sobre la erradicación sostenida del Trabajo Infantil (Buenos Aires, 14-16 de noviembre de 2017) definió el trabajo infantil como “graves violaciones y abusos de los derechos humanos y de la dignidad humana y que son tanto causas como consecuencia de la pobreza, la desigualdad, la discriminación, la exclusión social y la falta de acceso a la educación”.
Argentina se propuso al 2025, poner fin al trabajo infantil en todas sus formas y ello a partir de la firma de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que es el mayor compromiso asumido por la comunidad internacional para transitar la construcción de un planeta con mayor bienestar para todos y todas, más igualitario y con justicia social y ambiental. Fue adoptada en la Cumbre de las Naciones Unidas de septiembre de 2015 por 193 países y se propone lograr la erradicación de la pobreza y la protección del planeta, y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible.
Todos los actores sociales destacaron el consenso logrado durante la Conferencia en cuanto a la necesidad de poner fin a todas las formas de trabajo infantil de aquí a 2025, erradicar el trabajo forzoso de aquí a 2030 y generar empleos decentes para toda y todos, especialmente para las y los jóvenes, de conformidad con la Meta 8.7 de la Agenda 2030.
“Garantizar la prevención y erradicación del trabajo infantil en todas sus formas y la protección del trabajo adolescente, en cumplimiento con la meta 8.7 de los ODS”.
En la Declaración se reconoce que el trabajo infantil, especialmente en sus peores formas, y el trabajo forzoso constituyen graves violaciones de los derechos humanos, y están totalmente relacionados a los déficits de trabajo decente para las y los adultos y la falta de educación de calidad para niños, niñas y adolescentes.
El trabajo infantil implica todas aquellas actividades económicas y/o de subsistencia  remuneradas o no, realizadas por niñas, niños o adolescentes que se encuentran por debajo de la edad mínima de admisión en el empleo.
Es un fenómeno social complejo, producto de diversos factores tanto económicos como políticos, culturales, jurídicos, entre otros, pero fundamentalmente es un efecto de una sociedad con profundas desigualdades sociales.
En este sentido, un factor determinante es la pobreza y la vulneración de derechos esenciales pues empuja a los niños, niñas y adolescentes al trabajo infantil, en procura de la subsistencia económica familiar. La contracara de este factor es la demanda de trabajo infantil. Claramente, hay alguien que resulta beneficiado/a por esta actividad, cuestión que es imprescindible dilucidar.
Alguna de las actividades puede desarrollarse en el ámbito rural como la recolección en tiempos de cosecha, cuidado de animales, carga y descarga, el envasado, limpieza de herramientas, selección y clasificación de productos, tareas domésticas. En el ámbito urbano: tareas en talleres o empresas familiares, servicios a automovilistas en la vía pública (Limpia vidrios, abre puertas, malabaristas, etc) Venta ambulante, Feriantes y mercadistas, recolección de residuos (cirujeo), reciclado urbano, lustra botas, trabajo en casa particular propia o de terceros, changas en construcción, entre otros.
Todo trabajo tiene consecuencias psicofísicas para las infancias y adolescencias. Los niños y las niñas que trabajan asumen responsabilidades de adulto a costa de abandonar la niñez, resignando las actividades propias de su edad como el juego, la diversión, el deporte y la escuela y ello fortalece el círculo negativo que los mantiene en la precariedad y vulneración de derechos, además de afectar su salud.
Los problemas más comunes en la salud son: la desnutrición, bajo peso y talla con relación a la medida de su edad, fatiga crónica, deterioro físico general, problemas de columna, entre otras.
En algunas actividades son afectades con disminución visual y/o auditiva, afecciones en la piel, afecciones pulmonares, infecciones, entre otras.
Respecto a la salud emocional y mental experimentan problemas de conducta, cuadros de angustia, alto grado de violencia, adaptación pasiva y sometimiento, problemas de identidad, depresión y cuadros de fobias, insomnio, consumo problemático de drogas, entre otros.
Como expresamos algunas consecuencias están vinculadas con la cronificación de la pobreza impidiendo la formación y la recreación que facilite el desarrollo de una adultez con herramientas que le brinden mayores calificaciones para el trabajo logrando puestos de mejor remuneración y formalización. Ello en general está antecedido de una desvinculación o bajos resultados en la escolaridad atravesada por la situación de trabajo.
Ante esta situación creemos que las y los docentes somos actores esenciales para su detección temprana y la búsqueda de la red comunitaria que nos permita restituir los derechos a esa infancia conculcada.
Sólo la comunidad organizada permitirá avanzar en la pronta erradicación de este flagelo social que afecta a las generaciones y es una afrenta a la humanidad toda.

Malena Lamonega - Sec de DDHH
Adriana Donzelli - Sec Gral

 

 

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Trabajo Infantil

 

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El trabajo infantil es un problema  que nos debe involucrar a toda la sociedad en general, dada las consecuencias terribles y perjudiciales para quiénes están inmersos en él, los niños.  Las diversas clases de trabajo que efectúan, algunas de las cuales causan daños físicos o psicológicos irreversibles amenazando aún sus propias vidas, y a su vez el número abrumador de niños, son algunas de las tantas preocupaciones de las cuales nos debemos enfocar como sociedad y poder encontrar soluciones que corroboren a la erradicación del trabajo infantil en todas sus formas.
Este problema se da en todas las regiones del mundo, independientemente del contexto cultural, geográfico o demográfico, es decir, sucede en países desarrollados o en aquellos que se encuentran en vía de desarrollo.  Según la OIT, en el año 2002, la región Asia-Pacífico es la más numerosa en lo que respecta a niños trabajadores en la categoría de 5-14 años, es decir 127 millones de ellos.  Seguida en número está la región del África Subsahariana y América Latina y el Caribe, con 48 y 17.4 millones respectivamente, mostrándonos que un niño de cada tres menor de 15 años es económicamente activo en las regiones antes citadas.

 

Índice

Capítulo 1: Presentación                                                                                                
1-Planteamiento del problema    
1.1-Que se entiende por trabajo infantil    
1.2-Evoluciòn histórica
1.3-Reconocimiento del trabajo infantil     
1.4-Peores formas del trabajo infantil  
1.5-Distintas posturas   
1.6-Hipòtesis del trabajo
Capítulo 2: Estadísticas      
2-Estadìsticas        
2.1-Definiciones operativas   
2.2-Incidencia de las actividades económicas y no económicas     
Capítulo 3: Legislación
3.1-Legislaciòn actual    
3.2-Reseña histórica       
Capítulo 4: Jurisprudencia
4.1-Improcedencia de la renuncia                          
4.2-Conciliaciòn en juicio
4.3-Prohibiciòn de emplear menores de 14 años
4.4-Prohibiciòn de emplear menores para trabajos peligrosos
4.5-Accidente o enfermedad  
4.6-Jornada de trabajo
4.7-Ahorro
4.8-Interpretaciòn a favor del menor
Capítulo 5: Conclusión
5-Conclusión

 

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